Desde el Distrito Federal, el Estado de México, Chiapas, Querétaro, y otras partes de la República y el mundo miles personas de todas las edades acudieron el pasado domingo al Auditorio Guelaguetza para disfrutar de la inigualable presentación de Donají… La Leyenda.
Una de ellas, la profesora Eloina Cruz Hernández, originaria de Tamazulapam del Progreso, pero que desde hace más de 20 años radica en el Distrito Federal. Cada año, viaja acompañada de amigos, conocidos y familiares para disfrutar de las fiestas de Oaxaca y los Lunes del Cerro y este año no fue la excepción.
“Venimos más de 50 personas”, asegura emocionada por poder compartir la alegría y magia de las tradiciones del estado con gente de otras partes del país, especialmente de Donají…La Leyenda.
“Es inexplicable el sentimiento que tengo de estar aquí y ver la ciudad, el templo de Santo Domingo y el ánimo y energía de todos estos jóvenes que con su danza nos llevan a otras épocas para conocer parte de la historia de esta tierra maravillosa”, señala feliz, antes de seguir disfrutando de los fuegos pirotécnicos que matizan de colores el cielo de Oaxaca.
En otra parte del Auditorio, Alejandro Cruz del estado de Querétaro, aplaude entusiasmado por la delicadeza y fuerza que ofrece este espectáculo, donde se narran las batallas entre zapotecas y mixtecos en un armónico escenario de luz y música.
“Me encantó, parece que están flotando, es un espectáculo de total calidad y me siento muy contento y satisfecho“, puntualizó.
También, turistas del país vecino se llevan de Oaxaca la experiencia de conocer la leyenda de la princesa zapoteca Donají. Betty Scott, acompañada de su hijo, no quiso perderse este espectáculo dancístico-teatral y en su visita en la capital, hizo todo lo posible para asistir y disfrutarlo “Mi hijo ya la había visto hace algunos años y en esta visita le pedí que viniéramos porque me parece maravillosa y me voy encantada. Es sublime”, puntualiza sonriente y ansiosa por poder presenciar también la Guelaguetza.
Sergio y Rosario, originarios de Cuernavaca Morelos están en Oaxaca por primera vez. Desde una hora antes, llegaron al Cerro del Fortín para “entrar con tiempo y no perderse ni un solo momento del espectáculo”, pues es la primera vez que van a presenciarlo.
“El sonido del caracol, las antorchas, ponen la piel chinita”, confiesa Rosario, quien asegura que sin duda volvería a verlo, “pagaría el boleto con gusto otra vez, aunque conozcas la historia, verlo, no tiene comparación”, precisa antes de salir del recinto del Cerro del Fortín, que en esta noche lució pletórico, lleno de magia, tradición y amor por la tierra zapoteca.