La crisis educativa en la formación de trabajadores o profesionales.

 Los diversos estudios sobre los resultados de la educación en México, nos arrojan un panorama triste y desalentador, entre las metas del sistema educativo mexicano en la formación del capital humano para el crecimiento

económico en los próximos años y entre las posibilidades de dar un salto cualitativo para generar desde la tecnología y conocimiento capaz de enfrentar los graves problemas del sistema económico, daños al medio ambiente, despojo de las riquezas naturales, ver a las poblaciones no como seres humanos sino como potenciales consumidores, ver los recursos no para una vida sana de las nuevas generaciones sino para obtener grandes riquezas para unos pocos.

 Sexenio tras sexenios escuchamos políticas para justificar los gastos educativos, como el de aumentar la cobertura educativa en los diferentes niveles educativos, utilizando para ello formulas aplicadas en otros países o en otras realidades, fuera del contexto mexicano, justificar la cobertura con declaraciones de obligatoriedad como un gran logro, sin resultados que permitan comprender la efectividad con los mecanismos y reglas de los organismos internacionales, muy a pesar de estas medidas o esfuerzos, En México solo el 54 % de los mexicanos de 15 a 19 años se hallan inscritos en el sistema educativo.

Se viene insistiendo en la propuesta de que los costos de la educación superior se asuman por los estudiantes señalando para ello, el ya conocido sistema universal de crédito estudiantil, quienes quedan endeudados por varios años con el gobierno, generando condiciones de vida precaria de los futuros profesionales.

Se continua con el discurso de la calidad, hoy excelencia educativa que no se refleja en las propuestas educativas de los planes de estudio, donde se limita al dominio de lo indispensable, y deja en los exámenes estandarizados la responsabilidad de medir los avances y resultados, utilizando métodos en preparar estudiantes para saber responder exámenes y que esto sea tan solo la carta de presentación en el escenario internacional, teniendo como resultados profesionales como taxistas, vendedores ambulantes, sin desmeritar lo respetable de estos empleos.

El contexto del proceso educativo es muy complejo y complicado, varios son los proyectos que han fracasado en el intento de mejorar o de “elevar la calidad” como la Enciclomedia de Fox, las tables de Peña Nieto, las escuelas de tiempos completos, los desayunos escolares, los Consejos de Participación Social, Mejores escuelas, Escuelas al cien, los planes de estudios con las famosas competencias educativas, proyectos sin consensos, reformas sin el concurso de todos los involucrados, desde estudiantes, padres de familia, especialistas, docentes, investigadores.

La formación de los docentes es tema pendiente pues no habido un modelo educativo acorde a nuestras realidades como municipios, regiones, estados, país, que considere la diversidad lingüística, cultural, social, que considere la soberanía alimentaria, el medio ambiente, bosques y selvas, los mares, los recursos naturales su conocimiento, cuidado y conservación para la actualidad y para futuras generaciones, es urgente una cultura de la tecnología propia para la productividad, hace falta una consciencia del cuidado del agua, en estas décadas solo se ha visto la educación como la palanca para formar obreros y obreras para las maquiladoras, mano de obra barata para las transnacionales.

En todos estos procesos hace falta evaluación, en la administración de los recursos para la educación, el gasto educativo debe verse como una inversión para el futuro, no como un proceso mercantilista o empresarial, los estudiantes son seres humanos pensantes que no están en venta, los productos son mercancías que se compran y se venden, su calidad equivale la obtención de ganancias, los estudiantes son seres humanos capaces de crear y transformar las realidades para mundo mejor.

 Con frecuencia se hablaba sobre la contratación de los docentes, de la compra, venta y herencia de plazas, pero no se mencionaba cuál era el origen de esas políticas, entre lo que era el PRI gobierno y los Sindicatos Charros entre ellos el Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación, que incluso fue inscrito en el Articulo 62 de la Ley Federal del Trabajo en el Apartado B, del 123 Constitucional, Todos los sindicatos registrados en la FSTSE defienden esta “Conquista” de la distribución de las plazas de Nuevo Ingreso sin transparencia de ningún tipo, que beneficio a muchos funcionarios que se aprovecharon de los presupuestos educativos, deben modificarse las leyes necesarias para transparentar los nombramientos y asignación de plazas con criterios académicos.

Con este panorama se hace indispensable la claridad en el manejo de los recursos públicos destinados a la educación, considerando el nivel socioeconómico, de cada región o entidad, para que esta sea más equitativa, y cada esquela cuente con lo necesario para cumplir con su labor, de acuerdos a los retos y desafíos de los actuales tiempos invadidos por la tecnología.

En conclusión, México debe trabajar en el fortalecimiento de las capacidades en los diferentes niveles educativos, clarificar la distribución de responsabilidades en el sistema descentralizado y la institucionalización de mecanismos transparentes para el debate y construir consensos con todos los actores relevantes del nuevo proceso educativo.

 

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