Firma del Acuerdo Marco entre México y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

Preside esta ceremonia de firma del Acuerdo Marco entre el Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, para brindar Asesoría y Asistencia Técnica para la Formación en Materia de Derechos Humanos y Operación de Acuerdo a Estándares Internacionales de Derechos Humanos a la Guardia Nacional, el presidente de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Andrés Manuel López Obrador.Lo acompañan la alta comisionada de las Naciones Unidas

para los Derechos Humanos, doctora Michelle Bachelet.El secretario de Relaciones Exteriores, licenciado Marcelo Ebrard Casaubon.El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, doctor Alfonso Durazo Montaño.

MICHELLE BACHELET, ALTA COMISIONADA DE NACIONES UNIDAS PARA LOS DERECHOS HUMANOS: Señor presidente de la República, señor secretario de Relaciones Exteriores, señor secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, señoras y señores secretarios de Estado.Hoy mi oficina ha firmado con México un acuerdo que tiene por objetivo contribuir al fortalecimiento de las capacidades del Estado mexicano en el contexto de la reforma constitucional sobre la Guardia Nacional.Durante mi visita he escuchado a múltiples actores hablar sobre los importantes y complejos retos que enfrenta México en materia de derechos humanos; la preocupación por la seguridad y sus impactos sobre la vida diaria de las personas han sido mencionados una y otra vez.Mi oficina no puede estar ausente de los esfuerzos para superar los desafíos de un país con más de 40 mil personas desaparecidas, según registros oficiales, en el que nueve mujeres son asesinadas al día y que ha alcanzado tasas de homicidios altas desde 1990 y los últimos años.El acuerdo que hoy firmamos demuestra el interés compartido por las partes en avanzar hacia un claro cambio de paradigma que coloque a los derechos humanos en el centro del accionar de la fuerza pública.La experiencia nos demuestra que no se puede lograr la seguridad sin un pleno respeto a los derechos humanos y que no se puede disfrutar los derechos humanos sin condiciones de seguridad.Asimismo, cuando no se respetan los derechos humanos en la lucha contra la delincuencia lo que se genera es un ciclo creciente de violencia.El acuerdo firmado es amplio, va más allá de la capacitación e incorpora elementos que reforzarán el carácter civil que debe tener un cuerpo de seguridad, entre ellos mecanismos de participación ciudadana, construcción de indicadores, mayor transparencia, rendición de cuentas y dignificación y profesionalización de la función policial.Uno de los elementos más relevantes en el proceso de reforma constitucional en materia de Guardia Nacional fue la apertura para escuchar e incorporar diversos planteamientos de los grupos políticos del Congreso de la República, sociedad civil, academia, víctimas de graves violaciones de derechos humanos, organismos públicos de derechos humanos y agencias de Naciones Unidades.Y hoy celebro que, fruto de ese proceso, se alcanzó un consenso en una materia especialmente compleja, incorporando muchas de las preocupaciones y propuestas hechas por los diversos actores.Este consenso es una muestra de madurez que podemos ver reflejado también en el proceso de elaboración de la legislación secundaria derivada de la reforma, la Ley de la Guardia Nacional, la Ley Nacional de Uso de la Fuerza, la Ley Nacional del Registro de Detenciones.Estoy convencida de que los actores que participaron en el proceso de elaboración de la reforma constitucional tendrán mucho que aportar también en esta segunda etapa.Mi oficina continuará apoyando estos procesos legislativos y su posterior implementación.La Guardia Nacional representa una oportunidad para construir una corporación que haga compatible la obligación que tiene el Estado de proveer seguridad a su población y al mismo tiempo salvaguardar los derechos humanos de sus habitantes.De esta forma se superaría el paradigma que en los últimos 12 años ha desprotegido a las personas y ha sido una fuente de agravio para sus derechos.Los esfuerzos centrados en la Guardia Nacional deben complementarse, por supuesto, con el fortalecimiento del resto de las corporaciones policiales; la habilidad estructural de los cuerpos policiales en todo el país puede revertirse por medio de la profesionalización de las policías y la dignificación de su labor. La dotación de suficientes recursos y la mejoría del proceso de selección, capacitación y evaluación de su actuación resultan esenciales.También el reconocimiento y respeto de los derechos de quienes integran las corporaciones policiales son clave, porque es cierto que toda sociedad tiene que garantizar que sus policías cuenten con los recursos para desarrollar su labor y con las condiciones para tener unas condiciones dignas de trabajo.Y la responsabilidad de todas las autoridades en la garantía de la seguridad con pleno respeto a los derechos humanos es una obligación de cualquier país, pero en un país federal como México, donde los estados y municipios tienen las competencias muy amplias relacionadas con la seguridad, ninguna política de seguridad podría funcionar sin la efectiva participación y compromiso de dichas autoridades.Finalmente, todo este trabajo se complementa con las recomendaciones internacionales hechas a México y los estándares de decisiones de organismos regionales e internacionales, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que ofrecen al Estado mexicano herramientas de cambio para avanzar en el respeto a los derechos.Pongo a disposición de las autoridades mexicanas la experiencia de mi oficina en México, acumulada a lo largo de los últimos 18 años de proceso de construcción de política pública, armonización legislativa, capacitación, construcción de indicadores, documentación de casos y participación de la sociedad civil.Esta será una nueva contribución de mi oficina con un compromiso de largo plazo que permita tener cuerpos de seguridad confiables, efectivos y respetuosos de los derechos humanos.Estoy convencida, presidente, que la colaboración entre el Estado mexicano y mi oficina tendrá, sin duda, aportará a un efecto transformador positivo para que seguridad y derechos humanos vayan siempre de la mano.

PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas y amigos.Este es un acto muy importante, podría decir histórico, porque se firma el acuerdo con Naciones Unidas, con la Alta Comisionada de Derechos Humanos, la señora Bachelet, para el acompañamiento de una nueva etapa en el propósito de garantizar la paz y la tranquilidad en nuestro país.Es interesante hablar sobre los antecedentes del por qué estamos iniciando esta nueva etapa a partir de la creación de la Guardia Nacional.Por mucho tiempo se impidió legalmente al Ejército y a la Marina, a las Fuerzas Armadas atender lo relacionado con la seguridad pública. De acuerdo a la Constitución, tenían encomendada estas instituciones la defensa nacional, la seguridad del Estado, la seguridad interior, pero no podían participar en acciones vinculadas a la seguridad pública.Se tenía que apoyar el gobierno federal en las policías; en el caso de la federación, en una Policía Federal que se creó hace 20 años. Se pensó que con esta Policía Federal se podía garantizar la seguridad pública. Esta institución desafortunadamente no se consolidó, no pudo profesionalizarse. Llegó a tener 40 mil elementos, pero efectivos 10 mil. Ya sólo lo cuantitativo resultaba insuficiente para atender las necesidades de seguridad pública en todo el país.Como no tenía el gobierno posibilidad de enfrentar el problema de la inseguridad y la violencia, se utilizaba al Ejército y a la Marina de manera extralegal para llevar a cabo operativos orientados básicamente al combate al narcotráfico. Al final de cuentas, la población no tenía protección porque no se contaba con elementos para garantizar la seguridad pública.Hace poco recibimos el informe de que el gobierno contrataba a 50 mil elementos de policías, en su mayoría privados, para cuidar sus instalaciones, mientras se contaba para cuidar a la gente con 10 mil elementos.Por eso se propuso la reforma a la Constitución. Se habló con toda claridad al pueblo de México de esta deficiencia y de la necesidad de legalizar la participación del Ejército, de la Marina en la tarea de seguridad pública.Esto que se aprobó, el que puedan ahora estas fuerzas ayudarnos en las tareas de seguridad, es un gran avance porque vamos a contar con dos instituciones fundamentales: el Ejército y la Marina.En lo general, el Ejército tiene 220 mil elementos, la Marina 40 mil elementos que, sumados a la Policía Federal, nos va a permitir contar con más elementos para la seguridad pública.Pero no sólo es eso. Vamos a poder, sin simulación, de conformidad con la Constitución y las leyes, contar con una institución como el Ejército que tiene profesionalismo, que tiene disciplina, que tiene instalaciones en todo el país.La Policía Federal no llegó ni siquiera a construir instalaciones, los mandaban a operativos a los estados y se hospedaban en hoteles, en campamentos, no había las condiciones necesarias, no había ni siquiera para ellos un trato humano, digno.Entonces, ahora con esta reforma vamos a poder contar con una institución, repito, de mucho profesionalismo como el Ejército mexicano.Aquí quiero subrayar dos cosas.Cuando se habla del Ejército siempre se produce inquietud por la trayectoria de los ejércitos en el mundo, pero es importante subrayar, es importante dejar de manifiesto que el Ejército mexicano es un ejército muy especial en el concierto de las fuerzas armadas en el mundo.El Ejército mexicano surge de la Revolución, es un ejército que se constituye a partir de que se lleva a cabo, se ejecuta un golpe de Estado en nuestro país luego del asesinato de un presidente ejemplar, del apóstol de nuestra democracia, de Francisco I. Madero.Un gobernador -en ese entonces el único, Venustiano Carranza, de todos los gobernadores- se opone a ese golpe de Estado, y convoca a la constitución del Ejército mexicano, del actual ejército. El Ejército de México surge así y se nutre de nuestro pueblo, y ha actuado con honestidad.Nuestro Ejército no pertenece a la oligarquía, sus altos mandos no son una élite, los generales en activo o en retiro viven de manera modesta. Esto es muy importante decirlo.La otra característica que quiero destacar es que cuando el Ejército mexicano no ha actuado de manera correcta, cuando se ha desviado, ha sido por instrucciones de la autoridad civil; de manera destacada y dolorosa durante la represión de 1968 a los estudiantes.Pero en ese entonces, y es algo que deberemos de revisar, la orden la dio el presidente de la República y la ejecutó el Estado Mayor Presidencial, un cuerpo de élite vinculado a la presidencia que, por cierto, aprovecho para informar, ya no existe, se canceló, se suprimió en este gobierno.Y otro hecho también lamentable fue el de dar la orden al Ejército de enfrentar la violencia con la violencia hace dos sexenios, que nos llevó a esta crisis de inseguridad, de desaparecidos, de violaciones a los derechos humanos.¿Qué quiero decir con esto?Que, en la actualidad, y ese es un compromiso, nunca jamás el presidente en funciones va a dar la orden al Ejército, a la Marina, a las Fuerzas Armadas, de reprimir al pueblo de México.Vamos a llevar a cabo este cambio de garantizar la seguridad sin violar derechos humanos. Ese es el objetivo, dar un giro a estas instituciones que han tenido otra encomienda para que nos ayuden con su profesionalismo, con su disciplina, con su honestidad, para enfrentar el principal problema que tenemos en el país, que es el de la inseguridad y el de la violencia sin violar derechos humanos.¿Cómo lograr esto? ¿Cómo garantizar al mismo tiempo la seguridad y proteger la vida, que es el principal de los derechos humanos?Por eso le agradecemos mucho el que nos acompañe en este proceso, porque queremos que México se abra a la observación internacional en esta materia y en otras.En lo que tiene que ver con el combate a la corrupción, que actuemos con absoluta transparencia, que nos ayuden para que se formen los elementos de la Guardia Nacional en el principio de la defensa de los derechos humanos y en el uso moderado, adecuado, de la fuerza. Esto va a ser muy importante.Ahora con la Guardia Nacional vamos a poder tener en todo el país coordinaciones para la seguridad pública. En el país van a haber 266 coordinaciones territoriales y en cada coordinación territorial van a haber elementos y mandos de la Guardia Nacional. Esto va a implicar también contar con más elementos; estamos pensando contratar a 50 mil elementos más para tener mucha presencia y proteger a los mexicanos.Vamos a comenzar con 150 coordinaciones y esperemos que en dos o tres años tengamos funcionando las 266 coordinaciones territoriales. Yo estoy optimista, pienso que de esta forma vamos a serenar al país.Esto es una parte. Lo fundamental, como usted lo sabe, señora Bachelet, es atender las causas que originan la inseguridad y la violencia. Tenemos un amplio programa para el bienestar del pueblo, se está destinando como nunca presupuesto a ayudar a la gente humilde, a la gente pobre, atender a los jóvenes.Tenemos un programa que se llama Jóvenes Construyendo el Futuro para que los jóvenes que ya no están estudiando puedan tener empleo, puedan tener trabajo. Este año se van a contratar a un millón de jóvenes que van a trabajar como aprendices en empresas, en comercios.Para este programa tenemos autorizada ya una inversión de cuatro mil millones de dólares. El año próximo va a aumentar el número de jóvenes en este programa. Vamos a llegar a dos millones 600 mil jóvenes.Con esto estamos atrayendo a los jóvenes para que no sean enganchados, no tomen el camino de las conductas antisociales. Es otra manera de enfrentar el problema. No se puede enfrentar la violencia con la violencia, no se puede apagar el fuego con el fuego. No se puede enfrentar el mal con el mal, al mal hay que enfrentarlo haciendo bien y la paz y la tranquilidad son frutos de la justicia.Pero este complemento, que es el de tener una buena organización para la seguridad, va a terminar de consolidar nuestra estrategia y garantizar la paz y la tranquilidad en el país. Muchas gracias por ayudarnos en esta importante tarea.Decía yo antes de que llegara que, además de ser comisionada de Naciones Unidas para Derechos Humanos, independientemente del cargo o del encargo que tiene, su trayectoria es ejemplar.Yo, como muchos otros mexicanos, le admiramos a usted y nos da mucho gusto que esté de visita en nuestro país. Muchas gracias, señora Bachelet.

 

 

 

Comparte esta noticia

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp

Más noticias