Oaxaca, Oax. De gira por el estado de Oaxaca, Jorge Álvarez Máynez, candidato presidencial de Movimiento Ciudadano, participó en un foro con estudiantes de la Universidad La Salle de Oaxaca. Durante su visita, afirmó que los partidos de la coalición Fuerza y Corazón por México «están muy desesperados, pero nosotros estamos muy felices porque el México nuevo sigue avanzando».
En una entrevista posterior al evento, Álvarez Máynez destacó que Movimiento Ciudadano se centra en la propuesta y no en la descalificación, a diferencia de la alianza del Revolucionario Institucional y Acción Nacional. Envió un mensaje a sus adversarios: «que se serenen, que ya se van».
El candidato llegó al aeropuerto internacional de Santa Cruz Xoxocotlán, donde fue recibido por simpatizantes. Luego se dirigió a la Universidad La Salle en un convoy de más de 15 unidades, en su mayoría de la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano. En la zona, los profesores de la sección 22 de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación retiraban propaganda electoral, pero no abordaron al candidato.
En el foro «Participa y Decide» organizado por la universidad, se discutieron temas importantes para los estudiantes, como feminicidios, sistema educativo, salud, seguridad, pueblos originarios y protección del medio ambiente. Álvarez Máynez subrayó que esta es la universidad número 41 que visita como candidato, algo inédito según él, ya que los aspirantes no suelen interactuar con los jóvenes de esta manera.
Criticó la retórica de enfrentamiento entre las dos candidatas principales, que se centran en la descalificación mutua. Álvarez Máynez aboga por una campaña diferente, con una visión hacia el futuro y valentía para enfrentar los problemas políticos de México.
También cuestionó las políticas de seguridad de los últimos tres sexenios presidenciales, calificándolas de fallidas por su enfoque en la prohibición y militarización, que, según él, castigan a los más pobres. Recordó que las estrategias implementadas por Felipe Calderón (2010 – 2012) en la lucha contra el narcotráfico han resultado en altos niveles de violencia e inseguridad, convirtiendo a México en uno de los países más violentos del mundo.
